Cuando solamente tenía 16 años, Jadav Payeng tomó una decisión que cambiaría el destino de una isla y el suyo propio. En 1979 se topó con una pila de serpientes muertas y se dio cuenta del momento crítico que vivía el lugar. Debido a la erosión, Majuli, en el río Brahmaputra, podía desaparecer en solo 15 a 20 años. Las represas en la costa india para proteger a las poblaciones de los monzones redirigen la furia climática hacia la isla.