Con bombas, flores y velas, comunidad de Edgewater recuerda a Jaydone Perkins, de 11 años, quien murió tras recibir una puñalada en el pecho, el pasado 13 de marzo. Vecinos cuentan que el día del crimen escucharon gritos y luego vieron que el “niño se estaba desangrando”, dijo Sandra Saldívar. Mientras la policía investiga, la madre del pequeño sigue en el hospital en condición crítica.