A los ojos de mucha gente, los lectores de manga (o cómics) son gente que si bien lee, pierde el tiempo en historias sin el peso que inspira hablar de los grandes clásicos de la literatura universal. Es por eso que, en cualquier reunión de amigos, empezar diciendo "yo he leído todos los volúmenes de Naruto, Bleach y Dragon Ball" seguro queda en ridículo cuando alguien conteste "bueno, yo me he terminado Don Quijote de la Mancha y La Divina Comedia".