Con las altas temperaturas y las vacaciones de verano, muchas familias salen a refrescarse en la piscina, por lo que expertos aconsejan a los padres prestar más atención a los niños diagnosticados con autismo, pues tienen mayor riesgo de sufrir ahogamiento. “Puede ser porque no pueden comunicarse de que quieren ir a otro lado o por sobrecargo sensorial”, dijo Adriana García, directora de la Clínica BlueSprig Pediatrics, quien comparte cuatro recomendaciones, entre ellas, enseñarles a nadar.