El mundo entero habló sobre Shelia Federick, una azafata que rescató a una adolescente que era víctima del tráfico de personas. Todo sucedió en un vuelo de Seattle a San Francisco. Ella notó que esa persona estaba desalineada, con aspecto extraño y, a su vez, estaba acompañada de un señor mayor que, a diferencia de ella, estaba muy arreglado.