Los ataques terroristas parecen seguir cierto patrón por algún tiempo y, luego, cuando ya nos acostumbramos a dicho patrón, cambian de modalidad para seguir sembrando el terror. La lista es cada vez más larga: inmolaciones, ataques con metralletas, desvíos de aviones y, ahora, atropellos con vehículos de gran tamaño.