El embarazo precoz es una situación difícil en varios aspectos. No sólo los futuros abuelos tienen que enfrentar que su hija, hasta hace poco una niña, se convierte en madre. La peor parte, sin duda, se la lleva la adolescente que de un momento para otro se verá envuelta en responsabilidades de adultos cuando su tiempo debería ser el de estudiar, salir con amigas, disfrutar la adolescencia.