En su presentación judicial el miércoles, que servirá de argumento legal para una audiencia este jueves, el equipo de Trump no negó que hubiese material clasificado en Mar-a-Lago pero aseguró que eso no debería haber sido motivo de alarma ni haber derivado en una orden de registro. Los abogados sugirieron, sin evidencias, que su cliente mantenía el privilegio de poseer ese tipo de documentos.