Amar es tan sencillo, pero hacer que este sentimiento se mantenga vivo es de lo más complicado. La monotonía, los problemas económicos o de salud, las peleas e incluso los hábitos pueden hacer que este afecto, que debería ser eterno, se vuelva efímero. Sin embargo, es posible mantener la llama y un buen ejemplo de ello son Shakira y Piqué.