La estatua se queda: Filadelfia considera la apelación de la decisión del juez de permitir el monumento a Cristóbal Colón
FILADELFIA, PA- Un juez bloqueó la remoción de una estatua de Cristóbal Colón en Marconi Plaza, en el sur de Filadelfia, que se convirtió en un punto de inflamación durante las protestas el año pasado, pero la decisión tiene menos que ver con una batalla cultural subyacente alrededor del monumento y más con los protocolos de la ciudad.
Después de que una estatua de bronce del exalcalde Frank Rizzo, un ex policía cuyo mandato fue definido por la libertad de acción de las fuerzas del orden, fue removida en medio de los disturbios por el asesinato de George Floyd, algunos pusieron su mirada en la estatua del explorador nacido en Italia. Pero mientras que los activistas querían que la estatua pasara por alto la asociación histórica de Colón con el colonialismo y la esclavitud, grupos cívicos y culturales en un vecindario con una gran población italoamericana se opusieron a su remoción. La disputa provocó enfrentamientos públicos, la destitución del capitán de la policía local y la decisión de la ciudad de retirar la estatua.
Friends of Marconi Plaza, una organización sin fines de lucro que apoya el parque, presentó la demanda el año pasado contra la Junta de Revisión de Licencias e Inspecciones de la ciudad, que había confirmado una decisión de la Comisión Histórica de Filadelfia aprobando la remoción de la estatua, que ha permanecido encerrada en un caja de madera desde el verano pasado.
La jueza del Tribunal de Primera Instancia, Paula Patrick, emitió una orden en apoyo de esa apelación. El fallo determina que PHC y la junta habían cometido un "error de derecho" al afirmar la remoción sin un "informe experto detallado" sobre posibles daños u otros impactos relacionados con la reubicación de una estatua "histórica".
La orden indica que PHC se había basado en un documento de dos páginas que describe los pasos generales para la remoción de esculturas de mármol, y que la justificación principal para la reubicación eran incidentes “transitorios” de disturbios civiles alrededor de la estatua. El juez Patrick dictaminó que el hecho de no evaluar a fondo los impactos a la estatua centenaria violaba el propósito declarado del propio PHC de proteger los objetos históricos, que la reubicación podría constituir la "demolición" de facto de la estatua y, además, que la ciudad no permitió un proceso típico de aportes públicos de 90 días.
La oficina del alcalde Jim Kenney, que ordenó la destitución, indicó que, de hecho, estaba considerando apelar la decisión.
“Si bien estamos muy decepcionados con el fallo, lo estamos revisando ahora y explorando todas las opciones potenciales, incluida una posible apelación. La estatua permanece en Marconi Plaza y seguirá estando asegurada en su caja existente ”, escribió Kevin Lessard, portavoz de Kenney.
