Ricardo Castañeda practicaba deportes desde temprana edad, pero a los 8 años empezó a perder la visión y a los 15 ya estaba completamente ciego. Desafiando los riesgos y la incredulidades, creó una academia de fútbol para invidentes en Fort Worth, Texas, y se ha convertido en un ejemplo de perseverancia.
Mira también: Su pasión era correr, pero el covid-19 le puso un obstáculo: la historia de una joven atleta que dejó de respirar.